La corrupción se encuentra vinculada a los antivalores sociales, los
cuales se nos han insertado durante muchísimos años a través de una serie de
herencias culturales arraigadas al fenómeno del sistema capitalista, lo que ha
generado una tendencia dentro de los individuos que conforman la sociedad, donde
las conductas irresponsables e individuales comienzan a desligar a la población
de la esperanza de vivir en un mundo mejor, en el cual se reflejen nuevos
valores éticos y morales, que fortalezcan ha la humanidad para la construcción
del hombre nuevo y la patria nueva.
El Abogado Manuel Ramos, describe en su libro Contra ti Corrupción, que el sujeto tiende ha desarrollar “conductas
que se basan en lo aprendido, lo
vivenciado y lo asimilado durante años” (…), y en el momento que se pretende
deslastrarlo de la mentira generada por el capitalismo, no resulta fácil y
mucho menos con la simple aparición de “nuevas normas y códigos de conductas.
El asunto va más allá, y requiere iniciar procesos que nos conduzcan a
reconocer nuevos valores éticos y morales, distintos a los hasta ahora
aprendidos”.
La corrupción marchita el alma del hombre, la destruye y transforma la
conciencia del deber social en individualismo, ataca la moral y la ética,
desnivela en cualquier aspecto integro al ser humano, sin importar raza, color
o credo, solo consume sin concernir nada, ni mucho menos la sociedad.
Es importante, retomar el valor del interés común en la vida social,
así como proteger y resguardar los bienes del estado, que pertenecen a la
población, y que sólo depende de nosotros como Servidores Públicos, para que se
administren de manera eficaz y eficiente los recursos, es por tal razón que
debemos ser ejemplo en la construcción
de una moral colectiva, que permita incluir una nueva conciencia social
dentro del individuo, y donde se sienta con el corazón la pasión de ser
precursores y formadores de conductas dirigidas hacia el bienestar social.
De igual forma, el autor del libro antes mencionado resalta que es
fundamental crear mecanismos que permitan rescatar los valores de vida, ya que
solo de esa manera se podrá combatir con el sistema capitalista, y así insertar
un nuevo modelo de inclusión, de solidaridad, corresponsabilidad y sobre todo que
favorezca a la sociedad por igual, tal modelo no es más que el socialismo, el
cual nuestro máximo líder repite, lo resalta y lo direcciona no solo para
Venezuela, sino para Suramérica y los pueblos nobles del mundo, ya que es el
único camino para la redención de la humanidad.
Por tal razón, debemos analizarnos y darnos cuenta que no hay otro
camino para la salvación del mundo; el socialismo es la máxima expresión de
felicidad para los pueblos reprimidos por el capitalismo, es por eso, que
debemos luchar hasta la muerte si es necesario, pero tenemos que consolidar y
alcanzar la patria que soñó nuestro libertado Simón Bolívar.
No seamos ignorantes de la verdad, eso sería bajar la guardia en unos
de los momentos más importante de la historia, en donde la guerra es por las
idea y solo sobrevivirán los que manejen el conocimiento.
Enrique Lanz
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