22.2.12

El Egoísmo

     Comienza un nuevo amanecer para la humanidad, muchos han definido y considerado que llego la hora de los pueblos del mundo para transformar la vieja estructura social insertada por los diferentes imperios de turno, desde España hasta los Estados Unidos, los cuales se han orientado desde hace 500 años a la dominación desmedida del individuo, pero para alcanzar la utopía soñada es necesario derrotar una serie de males que permitan vencer esta absurda e ilógica situación donde el ser humano se ha condenado a su propia destrucción, y asimismo de la naturaleza. 

     Uno de los perversos elementos que han destinado al individuo a penar durante su histórico trayecto de existencia por el mundo ha sido "El Egoísmo", tal expresión proviene de algo que mencionaba el maestro, Simón Rodríguez, sobre el "Amor Propio", el mismo era utilizado en su tesis como parte interrogante generada para conocer ¿cuál era la satisfacción que trataba de alcanzar el hombre con sus acciones? El Amor Propio es caracterizado por naturaleza, parte del hombre, lo posee dentro de su ser como un sentimiento rector que desencadena ciertas acciones que se orientan en dos fases del Amor Propio, es de allí que se desprende el egoísmo como una de las formas que deforma al individuo durante el proceso de creación de sus propias realidades.
      Es necesario analizar para comprender de manera detallada las dos fases en las que se divide el Amor Propio, éste como elemento que se define tanto a la vida individual como a la vida colectiva social, ya que a partir de esta se separa en dos vertientes: "Uno determinado por la inmoderación, que conlleva a la vanidad, la envidia, la avaricia; otro establecido por la moderación, así lo precisa Juan Calzadilla entre sus interpretaciones. 

    En esta ocasión se le dará una mayor interpretación a las pasiones egoístas -aquellas que destruyen al alma- para poder definir cuales son los componentes que han ocasionado que el humano se condenará de manera abrupta a defender un modelo de degradación de su propia especie, tal sistema es aquel que se ha encargado que entre hombres se destruyan por tan sólo el interés individual. Es el mismo modelo que al pasar de la historia ha alimentado de forma progresiva los valores capitales de las sociedades alienadas por las minorías que han manejado el Poder Político para sus propios beneficios. 

    El individuo también se corrompe por el ejercicio de poder, y aun más cuando su moral se encuentra debilitada, fracturada, carece de los principios básicos que el humano ya por definición lleva en lo más profundo del alma, son las virtudes las que se encuentran aferradas a ella para generar mecanismos que permitan al ser vivir de manera placentera, que a su vez se orienta para obrar en función de lo colectivo, de la sociedad, y no por lo individual. Para edificar una nueva sociedad es menester destruir cualquier sentimiento individual, y más aun en aquellas personas que su profesión se basa en la política, para construir un nuevo ser, con unos principios fortalecidos, donde la moral y la ética prevalezcan ante cualquier vicio, y que éste a su vez se convierta en la punta de lanza para alcanzar a edificación del Estado Comunal.

   Todo esta interconectado, en lo político, Enrique Dussel, expresa que el sujeto se encuentra conectado a los diferentes campos o sistemas que existen, entre ellos, el campo familiar, el social, cultural y el político, con esto él hacia referencia que el individuo según sus acciones participa y se interrelaciona en todos los campos, lo que hace  que el mismo influya en el cambio progresivo del orden social. Es decir, que para transformar todo el sistema de dominación y sus estructuras viciadas es necesario que el Amor Propio se canalice, este como principio que ejerce una acción propia que en cierta forma se ha desvirtuado y que en este momento de trascendencia histórica debe orientarse hacia un nuevo modelo racional del individuo, donde la lógica parta de los principios de las corrientes humanistas del socialismo y el comunismo, y del pensamiento de quienes conforman el árbol de las tres raíces.

    Esta concepción lógica debe tener una de tantas estrategias que permitan hacer realidad el sueño de muchos mártires de nuestra patria, este instrumento no puede ser otro que el principio generado por el maestro, el cual en su filosofía futurista dejará como génesis un ideal a seguir; cuando hablaba del concepto del amor propio que emana el ser humano y que usa como herramienta para definir la manera lógica de cambiar el orden social establecido en la actualidad, es asimismo que se fundamenta su teoría de que el mismo sentimiento puede ser encausado por medio de la educación, pero a través de una nueva formación ideológica y política del ser social, "Educar es Hacer Comprender", para fundar una nueva sociedad socialista.   
Lanz Enrique

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