30.12.11

Por la defensa de la vida

La expresión del sentimientos es la razón de existencia del ser humano, quizás unos lo hacemos de forma más visible, otros de manera más reservada, pero lo que si es cierto es que existe la  necesidad de liberar cualquier sensación de molestia, debilidad, tristeza, fortaleza, euforia, dolor, angustia, o amor, es así que logramos mantener un cierto grado de estabilidad emocional dentro del ser, que por consiguiente termina necesitando siempre del otro, de ese alguien que pueda escucharlo, entenderlo y comprenderlo.

Creo en situaciones de vida que nos permiten entender los niveles de complejidad que desprende la existencia del humano en este mundo terrenal, pero para comprenderlas debemos pasar todos por aquellos momentos o estatus de comportamiento que presenta nuestro cuerpo, además de agregar unos importantes niveles de reflexión que permitan de manera visible observar los caminos necesarios  que te conlleven a otros niveles superiores de entendimiento, con esto no digo que no seamos capaces de entender lo que la vida nos presenta frente a nuestras narices, pero si expreso que es necesario en ciertos espacios utilizar un recurso que hacen mucho las personas introvertidas "Respirar, interpretar de manera detallada y analítica para reponderle a la vida de una manera acorde a las realidades que se presentan".

Sólo así podremos llegar a entender el verdadero camino al cual debemos dirigirnos, digo esto  porque quizás existan situaciones de la vidas que pasan y pasan complicando la existencia, pero más allá de esas simples y estúpidas situaciones, existen otras más importantes, como la familia, ese núcleo de vida que emana el verdadero principio de la mujer y el hombre, el que alimenta la razón de seguir luchando por alcanzar los objetivos, elementos que a mi visión representan el futuro de nosotros como seres humanos, y más en este contexto histórico el cual estamos viviendo, donde se busca la seguridad social de millones de familias, y que sólo ha sido posible en la actualidad.

Cada vez que escucho por ejemplo que el principio de las luchas sociales ha sido el inicio del amor por el otro, de expresar el amor por salvar a la humanidad de este camino de destrucción al cual nos han condenado las minorías del planeta tierra. Cuando pienso en el amor que Cristo, el socialista - y no el desvirtuados por otros absurdos-  desato para permitirnos una oportunidad más de vivir, es aquel momento cuando miro a los ojos a mi hijo y entiendo el verdadero sentido, la verdadera lucha por la redención de la humanidad.

Con esto solo quiero expresarle a las personas que se encuentran perdidas en un mundo de superficialidades que llego la hora, comienza la defensa de este proceso de transformación de la vida, porque no podemos permitir que la muerte vuelva, y nosotros somos responsables de eso, sino vallase a otros espacios donde crea que su presencia sea pasiva ante esta importante lucha.

Lanz Enrique 

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